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La naturaleza necesita a la mitad del planeta
Nuestro sistema económico y nuestro planeta están hoy en conflicto, o para ser más precisos, nuestra economía está en conflicto con muchas de las formas de vida en la Tierra, incluida la propia vida humana. Por un lado, es necesario un cambio en la forma en que utilizamos los recursos para evitar el colapso del clima; por otro, nuestro modelo económico requiere una expansión continua sin restricciones. Solo uno de estos cambios puede lograrse, y no es el cambio en las leyes de la naturaleza. Así pues, nos enfrentamos a una difícil elección: permitir que la alteración del clima transforme todos los aspectos de nuestro mundo o cambiar casi todos los aspectos de nuestra economía para evitar este destino. Sin embargo, debemos ser muy claros: tras haber desperdiciado décadas negando colectivamente el problema, hoy ya no disponemos de opciones que incrementar gradualmente.
"Nature needs half” (La naturaleza necesita la mitad, en español), que es la idea de que la humanidad y la naturaleza son dos elementos en conflicto no es cierta. La humanidad debe considerarse parte de la naturaleza y ser consciente de que existen límites. Proteger la biodiversidad y al mismo tiempo garantizar el bienestar de los seres humanos es lo mismo. La población mundial tiene tasas de crecimiento que representan un desafío para los recursos de este planeta y para la coexistencia con otras especies. La protección de la mitad de la Tierra debe complementarse con medidas de reforma de la vida económica, modificando la producción y el consumo de alimentos. Protegiendo generosamente la naturaleza y, a la vez, contrayendo y transformando la empresa humana, podemos crear las condiciones para alcanzar la justicia y el bienestar tanto para las personas como para las demás especies. Si no lo hacemos, aceptaremos un mundo caótico y empobrecido que será peligroso para todos nosotros.
Hoy en día, los parques naturales se conciben como una protección asociada a un uso sostenible (turismo). Debemos evolucionar hacia espacios progresivamente significativos de protección integral, intangible e inviolable donde el código civil deje paso a las leyes de la naturaleza.
Trabajamos para proteger la biodiversidad porque hemos llegado a una encrucijada: muchas especies, incluidas las humanas, corren el riesgo de desaparecer de sus hábitats, ¡y debemos impedirlo! Para ello, necesitamos que todo el mundo actúe, sin excluir a nadie.