Las ciudades de todo el mundo enfrentan el desafío cada vez más urgente de combatir el creciente fenómeno del calor extremo, un fenómeno amplificado por las islas de calor urbanas. Y con el aumento de la duración e intensidad de las olas de calor, las zonas de sequía severa, así como las enfermedades y muertes por las altas temperaturas, están creciendo a un ritmo preocupante, poniendo en riesgo el bienestar de toda la comunidad.

La situación climática que se está generando en los últimos tiempos implica por tanto una mejor elección de nuevas especies arbóreas y suelos que garanticen una buena adaptabilidad. Pero la elección de estas especies no debe ser fruto de la oferta del momento ni de decisiones meramente estéticas. Son necesarias decisiones basadas en evidencia científica. Por tanto, es necesario disponer de datos que permitan sacar conclusiones objetivas capaces de destacar qué especies de árboles pueden proporcionar las mejores soluciones medioambientales y con qué impacto en el entorno urbano (mejor confort térmico, biodiversidad...)

Para responder a la emergencia, Fondazione Capellino lanzó por primera vez el proyecto en Florencia, en 2022, lo que lo convierte en un modelo que puede replicarse en otras ciudades del mundo. Luego se inició una colaboración entre otras organizaciones también en Alemania (Mannheim) y Noruega (Bergen), con el objetivo de intercambiar conocimientos y experiencias en las áreas de educación, política y ciencia dentro de las EduNate Cities. Pero como réplica del modelo florentino, en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona, ​​Fondazione Capellino también desarrolló otro proyecto destinado a probar, en la metrópoli catalana ya considerada entre las 5 mejores ciudades inteligentes del mundo, soluciones verdes eficaces para las ciudades del futuro.