Nada justifica la caza
Editorial de Pier Giovanni Capellino
La campaña "Nada justifica la caza", impulsada con firmeza por nuestra Fundación, también me ha involucrado personalmente, en mis convicciones y en mi filosofía de vida.
Mis ideas personales sobre la caza son muy radicales: estoy rotundamente en contra, hasta el punto de pensar que debería abolirse.
Sin embargo, otra cosa es la postura moderada y razonable que, como presidente de la Fundación Capellino, tengo la obligación de adoptar.
La Fundación Capellino tiene como objetivo la protección de la biodiversidad y la promoción de la Reintegration Economy: un modelo económico que se centra en el trabajo de las personas. No pretende crear una revolución, sino construir sobre lo que ya existe y guiarlo progresivamente hacia el cambio.
En concreto, a través del trabajo y el capital, producimos alimentos que respetan a nuestros clientes, los perros y gatos que viven en nuestros hogares. Los beneficios que se derivan de ello, una vez asegurada la continuidad de la empresa, no los destinamos a la riqueza personal, sino a proyectos y acciones de protección de la biodiversidad.
Almo Nature es la herramienta con la que cuenta la Fundación para garantizar su independencia económica. Le fue donada en 2019. Se trata, por tanto, de una donación irreversible y para siempre.
El objetivo de la petición
En consonancia con lo que somos, pero conscientes al mismo tiempo de que la democracia no consiste en imponerse, sino en mediar, creemos que ya existe una ley sobre la caza. Los derechos de los cazadores ya están reconocidos, incluso por aquellos que no están de acuerdo con ellos.
¿Por qué querer más? ¿Por qué ofender la sensibilidad de los demás ciudadanos en su gran mayoría contrarios a la caza?
Nosotros, que no estamos a favor de la caza, hoy en día estamos demasiado acomodados y adormecidos, y el "querer más" de los cazadores estaba a punto de pasar por encima de nosotros sin que reaccionáramos democráticamente.
El objetivo de la petición es intentar bloquear, en nombre de la fauna silvestre, que no tiene voz, esta ampliación de los derechos de caza de animales silvestres que la nueva ley quiere introducir.
Señores cazadores, ya tienen su derecho: conforménse con él, no intenten querer más.
Políticamente, para aquellos de nosotros que nos oponemos a la caza, esto nos parece un acto de arrogancia. No refleja, políticamente hablando, la sensibilidad de la mayoría de los ciudadanos, independientemente de su afiliación política. Aún si pudiéramos creer que los partidos políticos son capaces de resolver algo, con solo la mitad del electorado sin votar.
Nadie puede decir que está libre de contradicciones
Almo Nature se contradice a sí misma: mata animales para convertirlos en comida para perros y gatos.
Toda la sociedad es una contradicción, nadie puede decir que está libre de contradicciones. Los seres humanos debemos ser modestos y empezar a asumir que no existe un verdadero absoluto ni un falso absoluto.
Almo Nature es una empresa que, junto con muchos otros compañeros de negocio, quise y creé a principios de siglo. Podría haberla vendido, pero, tras una reflexión que duró casi cinco años, tanto los propietarios como los empleados de entonces pensamos que las empresas son mucho más que un bien mercantil que se valora, se vende y se intercambia. Cuando son sanas, deben seguir cumpliendo su función social y no solo el interés particular: en el centro y norte de Europa lo llaman STEWARD OWNERSHIP.
Mi hermano Lorenzo y yo decidimos no venderla, sino donarla a la Fondazione Capellino. Esto le permite evolucionar, de forma progresiva e independiente, hasta convertirse en una herramienta que, sin dejar de estar en el mercado, sirve a dos objetivos importantes: la Reintegration Economy y la protección de la biodiversidad, que son precisamente los fines de la fundación. Para aquellos que creen en mitos y conspiraciones, añadiré que pagamos el impuesto sobre donaciones y no obtuvimos ningún beneficio fiscal.
Las revoluciones políticas han fracasado, nunca han cumplido sus promesas, por eso hemos decidido evolucionar sin miedo a admitir las contradicciones que ello conlleva.
A todos os pregunto: ¿tenéis alguna sugerencia mejor? ¿Tenéis soluciones aplicables? Proponedlas.
La caza y la industria cárnica son dos cosas diferentes. No hay que confundirlas.
La caza no es una necesidad.
La industria cárnica, por otro lado, debe entenderse en su contexto económico e histórico. Aunque soy casi vegetariano, la cocina, con sus tradiciones alimentarias y culinarias, sigue siendo un motivo de orgullo para nuestro país y no debe descartarse. Sin embargo, como ha demostrado el documental "Food For Profit", hay mucho que replantearse y con urgencia.
El llamamiento
La fauna silvestre forma parte del patrimonio nacional protegido también por la Constitución, y los senadores que hoy debaten la nueva ley deben protegerla. Permitir la ampliación de la caza no contribuye a la protección debida, ni al interés de la mayoría de los ciudadanos.
El Senado debe recapacitar.
Los cazadores no deben creerse omnipotentes y deben conformarse con lo mucho que ya tienen sin querer más: se llama respeto hacia los demás, hacia la mayoría, que tiene una sensibilidad diferente.
Pier Giovanni Capellino